Kantha. Una palabra que ya en sí recoge magia. Se trata de un tipo de artesanía antigua, procedente de las regiones orientales del subcontinente indio, concretamente de Bangladesh y de los estados indios de Bengala Occidental, Tripura y Odisha.
Esta Seda bordada, cubierta con puntadas corridas, emplean bellos motivos de flores, animales, pájaros y formas geométricas, así como temas de actividades cotidianas. El cosido de la tela le da un efecto ligeramente arrugado y ondulado.
El Kantha tiene su origen en la forma en que las amas de casa bengalíes remendaban la ropa vieja sacando una hebra de hilo del colorido borde de sus saris y haciendo con ella sencillos diseños. La forma tradicional de bordado Kantha se hacía con dhotis y saris suaves, con una simple puntada corrida a lo largo de los bordes.
El kantha, en su forma más sencilla, se inventó por necesidad y se confeccionó en distintos tamaños y capas, desde los pequeños trozos de tela que se extendían en el patio para tumbar a los recién nacidos mientras se les daba un masaje con aceites, hasta las ligeras mantas que usan los adultos por la noche y que se envuelven sobre los hombros en las mañanas de invierno.
La palabra sánscrita kontha significa "trapos". Y una leyenda relaciona su origen con el Señor Buda y sus discípulos, que solían cubrirse con prendas hechas con trapos desechados que se remendaban y cosían. Los trapos expuestos en los santuarios indios o atados a las ramas de los árboles simbolizan las oraciones y alejan el mal de ojo.
Los Kantha más antiguos que se conservan datan de principios del siglo XIX y están bordados con hilos azules, negros y rojos que se desprendieron de los bordes de los antiguos saris.
Esta técnica nos encanta, y podéis encontrar en nuetras colecciones tanto bolsos como chales realizados con este precioso tejido.