Una cuenta dzi (tibetano: གཟི།; pronunciado "zee"; grafía alternativa: gzi) es un tipo de cuenta de ágata que se encuentra en las regiones del Himalaya, incluidos el Tíbet, Bután y Ladakh.
La palabra tibetana "dzi" significa "brillo, claridad, esplendor". En China continental y Taiwán se conocen con el nombre de tīan zhū", que le dan los coleccionistas taiwaneses y significa "cuenta del cielo" en mandarín.
Tradicionalmente se llevan como parte de un collar tibetano tradicional, normalmente flanqueadas por coral. A veces también se llevan con cuentas de ámbar y turquesa.
Se considera que estas cuentas aportan beneficios espirituales positivos a su portador. Estas cuentas suelen apreciarse como amuletos protectores y a veces se muelen y utilizan en la medicina tradicional tibetana. El número de "ojos", o diseños circulares en la piedra, se considera significativo a la hora de considerar la importancia de una dzi. El significado simbólico de las cuentas dzi se basa a veces en el número y la disposición de los puntos.
Las cuentas dzi están hechas de ágata y pueden tener símbolos decorativos compuestos por círculos, óvalos, cuadrados, ondas o zigzags, rayas, líneas, rombos, puntos y otros motivos arquetípicos y simbólicos. Los colores van principalmente del marrón al negro, y el dibujo suele ser de color blanco marfil. Las cuentas dzi pueden ser de distintos colores, formas y tamaños; la superficie suele ser lisa y cerosa, presumiblemente como resultado del uso durante un largo periodo de tiempo.
Las piedras dzi aparecieron por primera vez entre 2000 y 1000 a.C., en la antigua India: se supone que unos cientos de miles fueron traídas por soldados tibetanos desde Persia. Estos pueblos se tomaban muy en serio el efecto maligno del "mal de ojo". Se consideraba que los dzi contrarrestaban el mal de ojo. Los artesanos que fabricaban los dzi creaban amuletos con "ojos" como una forma de protección de "combatir el fuego con fuego".
Los artesanos utilizaban ágata como piedra base y luego embellecían las líneas y formas de las cuentas con métodos antiguos que siguen siendo misteriosos.
Aunque el origen geográfico de las cuentas dzi es incierto, se acepta que actualmente se denominan "cuentas tibetanas", al igual que el "coral tibetano", que también llegó al Tíbet desde otros lugares. Los tibetanos aprecian estas cuentas y las consideran gemas hereditarias. Así han sobrevivido miles de años, siendo llevadas por cientos de personas.
Las dzi se encuentran sobre todo en Tíbet, pero también en los vecinos Bután, Nepal, Ladakh y Sikki. Las cuentas dzi más apreciadas son las antiguas "dzi puras".